El Gobierno de Ecuador firmó hoy viernes el contrato para la construcción en la provincia costera de Manabí (oeste) del proyecto fotovoltaico a gran escala «El Aromo», con una potencia instalada de 200 megavatios. «Con este proyecto vamos a reducir las emisiones de CO2 en 221.000 toneladas al año, lo cual evitará el consumo de 26 millones de galones de diésel cada año. Estas son buenas noticias para el país», dijo el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, quien asistió a la firma del acuerdo como testigo de honor.
El contrato de concesión de la obra por 20 años fue firmado por el ministro de Energía y Minas de Ecuador, Fernando Santos, y el representante de la empresa española concesionaria Solarpack, Íñigo Urízar. Lasso añadió que la central fotovoltaica, que aprovechará el recurso solar y se construirá en 18 meses según lo previsto, demanda una inversión de 145 millones de dólares y se extenderá sobre un área de 300 hectáreas.
«Estos proyectos son fundamentales para el progreso de las ciudades, de las industrias y de todos aquellos emprendimientos y negocios que requieren de energía buena y más barata», apuntó. Mencionó que el proyecto permitirá cubrir el 60 por ciento de la demanda energética de Manta, una importante ciudad manabita con alta concentración de comercio e industria en la costa ecuatoriana del Pacífico.
«Las centrales públicas y privadas de energía fotovoltaica y eólica que hoy funcionan en Ecuador en conjunto nos abastecen de 100 megavatios, es decir, que solo con este proyecto duplicamos o vamos a llegar a triplicar la generación de energía limpia», subrayó. Por su parte, Urízar destacó que la energía solar fotovoltaica es muy complementaria de la hidroeléctrica, principal fuente de energía renovable en el país sudamericano, y añadió que «desplazará a una importante potencia térmica que es altamente contaminante». Una vez terminado el plazo de la concesión, la central solar fotovoltaica será transferida al Estado ecuatoriano.
