El llanto es un proceso fisiológico de depuración orgánica ante las emociones intensas y también un medio de comunicación. Llorar puede ser tan reconfortante como visitar un museo o saborear un buen plato, por ello el Mapa para Viajeros Llorones (Map for Crying Travellers) de la ilustradora portuguesa Joana Estrela, fue el primer mapa en su natal Oporto y cuatro años después se amplió a la capital Lisboa, una ciudad decadente y romántica, que se convierte en idílica para llorar gracias a este mapa.
El mapa a señala lugares dramáticos, poéticos, solitarios esparcidos por la ciudad, pues al contrario de lo habitual, los viajeros llorones viajan solos o en parejas muy unidas y por lo tanto son más reflexivos. Otra guía publicada en Nueva York, tambien tiene su mapa para dar rienda suelta al llanto sin testigos.
El Manual para Llorar predica evitar los ascensores, coger líneas vacías del metro y usar el baño de la oficina para llorar. Muchas veces cuando estamos en lugares públicos nos aguantamos las ganas de llorar porque nos da vergüenza, pero llorar cuando estamos tristes tiene muchos beneficios en nuestra salud mental y física. Por ello, el joven mexicano Gonzalo Gonzalo decidió hacer un llamado en las redes sociales para crear un listado de lugares donde puedes llorar en público en la Ciudad de México.
Entre los lugares más mencionados se encontraban: el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Biblioteca Vasconcelos. Parque México, Monumento a la Revolución, Palacio de Bellas Artes, Museo Franz Mayer, Viveros de Coyoacán, Parque Masayoshi Ohira, Parque Hundido, Cineteca Nacional. Habrá que esperar mapas de ciudades que hacen llorar!
Fuente: Gustavo Gaitán
