A medida que el espacio se convierte en un campo de batalla, las potencias no dependerán simplemente de satélites militares para comunicarse, navegar, rastrear y atacar amenazas terrestres; tendrán que adquirir una nueva generación de herramientas espaciales que les permitirán defender su red de satélites de ataques e interrumpir o desactivar naves espaciales enemigas en órbita.
Tanto Rusia como China han desplegado sistemas como láseres terrestres de alta energía, misiles antisatélites o satélites maniobrables que podrían usarse para perturbar los activos espaciales estadounidenses. Rusia está desarrollando un arma nuclear espacial que podría destruir los satélites en órbita comerciales y militares, con herramientas de interferencia electrónica probados durante el conflicto en Ucrania.
La guerra en el espacio está impulsada principalmente por la creciente flota de herramientas militares de China. «No podremos operar con éxito en el Pacífico Occidental a menos que podamos derrotarlos. China ha triplicado su red de satélites de inteligencia, vigilancia y reconocimiento desde 2018, una red letal para encontrar, reparar, rastrear y apuntar a las capacidades militares de Estados Unidos” dijo el general Chance Saltzman, jefe de la Fuerza Espacial creada en 2019 como una división de la Fuerza Aérea dijo “Porque si no tenemos espacio, perdemos”.
Rusia y China instaron sin éxito el mes pasado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a “impedir para siempre el emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre”. El Pentágono está tomando medidas para que USA asuma una tarea aún más ambiciosa: suprimir ampliamente las amenazas enemigas en órbita de una manera similar a lo que hace la Armada en los océanos y la Fuerza Aérea en los cielos.
