Con la notoria ausencia de Lula da Silva de Brasil, López Obrador de México, Nayik Bukele del Salvador, de los comunistas Ortega de Nicaragua y a última hora la cancelación de Nicolas Maduro de Venezuela y Dina Boluarte del Perú, avanza la XXVIII Cumbre Iberoamericana de la que se espera salgan documentos como la «Carta Medioambiental Iberoamericana», la «Estrategia de Seguridad Alimentaria» y la «Carta de Principios y Derechos Digitales».
La reunión se inauguró en la fortaleza colonial de Ozama, primera estructura militar permanente de América y luego de la bienvenida del presidente Luis Abinader el primero que habló fue Lasso de Ecuador quien denunció con preocupación «reiterados intentos de desestabilización» en su pais; Boric de Chile y Mario Abdó de Paraguay condenaron la dictadura de Rosario Murillo y Daniel Ortega en Nicaragua, así como los presidentes Cháves de Costa Rica y el anfitrión Abinader pidieron pacificar Haití «donde le 70% del territorio está controlado por pandillas criminales».
Diaz Canel de Cuba nuevamente arremetió contra USA «el objetivo norteamericano es infligir el mayor daño a las familias cubanas y estrangular su economía» y recalcó que era «un insulto a la verdad y una ofensa incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo». Petro de Colombia habló sobre la guerra en Ucrania «no podemos perder tiempo en una guerra cuando los tiempos se acortan para la crisis climática» y pidió un acuerdo amazónico y conferencia internacional sobre las drogas.
Luis Arce de Bolivia dijo «los flujos migratorios presentan cambios la última década, debemos lograr una migración segura y humana». Fernandez de Argentina pidió «reconstruir la solidaridad en la región «luego del desastre en las dejó Donald Trump» y recalcó que «nadie se salva solo»…
