La situación del Ecuador, es un tema complejo de individualismo, hasta la fecha no se siente en la percepción ciudadana, la sincronización de funciones desde la asamblea nacional, principal institución para normar los problemas que pasan en la actualidad. Uno de los temas cuestionables es la ausencia de representantes que fueron electos por poder democrático, y que al estar ausente, le están dando la espalda a las obligaciones como asambleístas, más allá de ser partícipes o no del juicio político al presidente, su principal obligación a todo asambleísta es dar presencia ante los principales temas en la legislación, fiscalización y debate en defensa de los intereses ciudadanos.
La representatividad de los denominados “padres de la patria” debían ser el soporte en la fiscalización de las demás funciones e instituciones, en especial, el caso del presidente de la República, con los últimos acontecimientos y actos de corrupción. Se ha ventilado mucho sobre los temas de corrupción y peculado, del cual la oposición de forma intensa acusa al gobierno con diferentes pruebas y argumentos. Con respecto al juicio político se podrían generar tres posibles escenarios de esta eventualidad que ocurre dentro del legislativo.
El primer escenario y más activo por parte del legislativo es la votación de la asamblea por la destitución presidencial, con lo que asumiría el doctor Alfredo Borrero a la presidencia, sin embargo el proceso de transición por la destitución, podría presentar un respiro a la situación del país, o seguir generando la misma crisis institucional, ya que todo dependería, de la presidencia encargada tome el timonel para corregir lo que queda del mandato hasta el 2025. En este lapso se podrá generar una calma, dependiendo de las negociaciones y los acuerdos que pueda consolidar el presidente encargado.
El segundo escenario, y el menos probable para la oposición, pero con optimismo por parte del gobierno, es que el presidente Lasso gane el juicio, eso dependerá del resultado de los votos no lleguen al numero para su destitución, terminando su mandato en el 2025, sin embargo, esto genera una intensa campaña de deslegitimar el accionar de la asamblea, direccionada por la oposición y que actuaria fuertemente marcada para las siguientes elecciones. En esta situación, el panorama político se pondrá tenso a las reacciones de la oposición, por la continuidad de un gobierno que ha sido cuestionado desde sus primeros meses.
La preocupación de este tercer escenario, es sin duda la casi inmediata llamada a elecciones, lo que promueve la aceleración de actividades para el nuevo proceso electoral, y que los partidos políticos no están preparados, ante estas elecciones emergentes. Sin embargo, quienes podrían resultar beneficiosos serían los partidos con los resultados favorecedores en las últimas elecciones locales.
El tercer escenario, y el ser el primero en la historia del Ecuador, es el presidente tras perder el juicio político, decrete la muerte cruzada, con la intención de disolver la asamblea y que proceda el Consejo nacional electoral a la convocatoria de elecciones en los próximos meses para elegir binomio presidencial y Asamblea Nacional. Hay que tomar en cuenta que este decreto debe ser aprobado por la corte constitucional teniendo las siguientes causales:
· Arrogación de funciones por parte de la asamblea.
· La obstrucción del Plan nacional de gobierno por parte de la asamblea.
· Por una fuerte de conmoción social originada por la crisis política.
Estas situaciones generan resistencia y escepticismo, en el indigenismo, en la ciudadanía, recurriendo a la hostilidad de los líderes políticos con desacuerdos ante una negociación y desconfianza que crean ilegitimidad en la política ecuatoriana, no consolidan cambio, ni mejoría para el país. Lo cierto es que, para decretar la muerte cruzada desde el punto de vista político, es tan simple que Lasso admita su incapacidad de manejar un gobierno, y en ese sentido, no creo que el presidente vaya a admitirlo.
