El problema de la política en Latinoamérica, se da una serie de convergencias y diversidades en cuanto al tema político, los fenómenos como el populismo son parte de la desgastante trayectoria de los partidos, la falta de ética, y principios de la democracia está decadente por la manipulación e interpretación de leyes. Muchos de los países en Latinoamérica, desde sus perfiles propios en el desarrollo interno de cada país, tienen recursos propios suficientes, para resurgir y producir bienestar a sus ciudadanos, convirtiéndose en polos de desarrollo.
Varios de los problemas de los países Latinoamericanos, surgen en la principal causa de no tener una clara idea del perfil de desarrollo de cada país, añadiendo la cacería de brujas de las élites políticas, la corrupción y otros tentáculos que van en contra de una sociedad que pide una salida a las crisis internas desde lo social hasta lo económico, sin desmerecer la crisis democrática y cultural que se percibe en el fanatismo político y el alto grado de la “ignorancia” por parte de los pueblos.
La guerra desenfrenada entre el caciquismo político de Derecha e Izquierda, y todo el arsenal publicitario improvisado, que solo han demostrado llegar al poder, por un solo factor: “tener poder”. Esta crónica política – histórica que emerge como una patología democrática como resultado de las inestabilidades institucionales de los gobiernos tanto salientes y entrantes, la transición entre gobiernos ha fracasado.
La falta de cultura desde la participación del ciudadano, la educación democrática de las organizaciones políticas, La creación improvisada de paradigmas de pensamiento político distorsionados y la calidad de perfiles electorales son la causa de una Latinoamérica populista, hundida entre la ignorancia de sus pueblo y la suspicacia de sus líderes para ganar terreno en el oportunismo.
Es complejo entender porque Latinoamérica sigue hundiéndose en la necesidad, teniendo entre sus narices, el gran potencial de recursos propios, sin necesidad de los grandes favores y préstamos internacionales, pero la realidad es que se sigue hundiendo entre la confusión de sus paradigmas políticos que migran a intereses propios y el desgastante debate de sus líderes los cuales siguen en la somnolencia crítica del pueblo.
Somos tan diversos, pero tan similares en la coexistencia de los problemas, que cada día nos aquejan, vivimos de la polémica, vivimos de la crítica, pero estando tan aislado de la necesidad de buscar solución de nuestros pueblo, la diversidad se siente en la apología de nuestros líderes en justificar el porqué de nuestro problemas y el silencio de nuestra soluciones.
